Recibo en el correo electrónico esta convocatoria para este jueves 9 de abril a las 19:00, cuando tendrá lugar una kafeta informativa en el Centro Social Okupado La Enredadera (C/ Anastasio Herrero nº 10, en el barrio madrileño de Tetuán) que girará en torno a las luchas que se están desarrollando en las ZAD (Zonas A Defender) francesas, espacios de autonomía y defensa del territorio y el ecosistema desde los cuales se cuestiona el actual modelo industrial, depredador y ecocida utilizando estrategias de acción directa, como la okupación de las zonas afectadas por obras y mega-proyectos, el sabotaje de infraestructuras y maquinarias, los bloqueos y la autogestión comunitaria de los recursos, con la intención no sólo de no permitir que esos espacios naturales sean convertidos por la mercancía en desolados páramos, sino también de ponerlos a disposición de comunidades que nacen, crecen y se desarrollan al margen del sistema y sus estructuras, lógicas y valores.
Desde la ZAD de Notre Dame des Landes (que desde 2008 resiste a la creación en el área de un mega-aeropuerto tan innecesario como destructivo que tiene como objetivo ser un nuevo enlace dentro de la necrópoli que es esta zona de Europa) hasta los más recientes proyectos de lucha de Testet (donde se lucha contra la construcción de un embalse en los humedales del bosque de Sivens, y que ha sufrido también una salvaje represión, incluído el asesinato de un activista, Remi Fraisse, en octubre de 2014) o de Roybon (en resistencia contra la creación de un Center-Parc, un nuevo centro para el consumo y el turismo que supondría la devastación de una importante zona de la cuenca del Ródano, con la tala del bosque, la destrucción de los humedales y la privatización de un espacio natural público), se consolida por toda Francia una revuelta contra todos aquellos que pretenden imponer un desarrollo orientado a satisfacer sus intereses y convertir el medio natural en una fuente de ingresos a costa de destruir la Tierra y a sus habitantes, humanxs o no.
Frente a un mundo de metrópolis, autopistas y desiertos, ¡acción y resistencia!