Dos notas sobre tango e historia del anarquismo en Argentina

TangosA

n nacida, Ameriquita. También vinieron desde el sur los parientes de Radowitzky. Hicimos relación con la Federación Libertaria Argentina y organizaciones anarquistas.

–¿Qué relación tienen como colectivo con el anarquismo?
–Hay simpatía ideológica. No me considero anarquista, es muy difícil serlo. Es una ideología superadora. La humanidad tiene que transitar bastante para llegar a eso. No coincido con los métodos de ese momento. ¡Si lo escucha Eduardo Feinmann va a decir que nuestro disco es una apología del delito! (risas). El disco es muy fuerte. En otra época hubiera sido censurado. Reivindicamos a figuras que son consideradas por la historia como maleantes, pero que son luchadores sociales que no han sido reconocidos.

–¿Cómo ven el panorama actual del tango?
–Se lavó la memoria del tango. Se convirtió en un cliché, en un bailarín con una mina que le cruza las gambas por acá, en el Obelisco o Caminito y se terminó. Eso desde lo visual. En cuanto a las letras, quedó lo del cornudo. Como movimiento venimos haciendo festivales “antipostaleros”. En la escena nos presentamos así. Es muy difícil luchar contra ese “hazte fama y échate a dormir”. Vamos en un tren a contramano, contra ese vaciamiento del tango, ese concepto de que el tango está muerto y ya pasó, que para tocar tango hay que estar de traje. Dicen que en esa época se vestían así pero eso también es macana. Es una construcción, una idealización. El origen del tango es la calle. Es un género genuinamente popular, ciento por ciento. En un inicio los que lo tocaban ni se consideraban músicos, eran carpinteros, laburantes comunes.

–Ahora se escucha cumbia en La Boca…
–Respetamos mucho a la cumbia, reivindicamos las sonoridades de la nueva inmigración que es tan criticada. Con nuestra música también hacemos guiños a la cumbia. Nos gusta que el tango se amalgame con otros géneros.

–Tanto la cumbia como el tango tienen raíz afro.

–Sí, por eso el nombre del grupo. Es por la raíz negra del tango, pero también por la noche, que es cuando transcurre el tango, al menos como lo vivo yo. Es un guiño a lo dark. Y es una reivindicación al cabecita negra. Somos los negros de La Boca.

[Tomado de http://www.veintitres.com.ar/article/details/29834/se-lavo-la-memoria-del-tango.]