Alfredo Maria Bonano
La insurrección no es algo que comienza por el convencimiento y conversión del otro en un Yo ideológico, sino una cuestión que va mucho más allá de cualquier asamblea, de cualquier ponencia, de cualquier construcción teórica o acción reformista, sea esta última a través del Estado, o por una extraña mezcla de autonomía y autogestión para el reacomodamiento de alguna parte del tejido social fracturado, es una cuestión que comienza en el individuo, y que necesariamente altera la normalidad de este espectáculo de paz social impuesto, por ser una práctica que surge del antagonismo con lo existente.