“Las prácticas de acción directa son ahora el corolario de este bagaje
conceptual remozado. Cara a cara contra el enemigo, sin mediaciones ni
gestorías: he ahí la divisa y el emblema de una práctica de intención,
orientación y potencialidad anarquista”.
Rafael Spósito (Daniel Barret)
Hace exactamente cuatro años, tres meses y 22 días, recibí la llamada de
un entrañable compañero comunicándome una lamentable noticia: el querido
Alfredo María Bonanno, había sido detenido tras una expropiación fallida
en la ciudad de Trikala al norte de Grecia. Hoy, he tenido una breve
conversación vía telefónica con el compa Alfredo que me produjo la misma
indignación e impotencia que aquella trágica llamada.
En medio de la gritería y las expresiones altisonantes de los represores
que le ordenaban apagar el teléfono, me informó que las autoridades
migratorias le habían impedido el ingreso al territorio dominado por el
Estado mexicano, declarándolo “persona non grata” por su presunta
“peligrosidad” y “antecedentes penales”, motivo por el que lo han
deportado a Argentina. Pese al poco tiempo que pudimos hablar sentí en sus
escuetas palabras la fortaleza de un irreductible. Lo primero que le
pregunté es cómo estaba de salud y me contestó que bien. Enfurecido, lo
único que atiné a decirle es que lamentaba mucho la decisión de estos
mierdas hijos de perra y me respondió optimista, con la serenidad y la
condición reflexiva que lo caracteriza: “es lógico que esto nos pase”.
Y sí, con esas palabras sencillas y ese comentario conciso, Alfredo
resumía la realidad del despertar anárquico en el siglo XXI y la natural
represión que padecemos. Sin que quepan dos opiniones al respecto, hemos
vuelto a ser la peor pesadilla de la dominación. Hoy el anarquismo de
praxis se levanta con ímpetu y reclama imperativamente la renovación
teórico-práctica y la superación de las experiencias de lucha pasadas,
abandonando para siempre la museografía arqueológica, el cobarde
inmovilismo y el protagonismo pose del académico “progre” (ese al que se
referían los grupos de afinidad en uno de sus más recientes comunicados),
para recuperar su talante transgresor, su conflictividad permanente y su
naturaleza destructora.
En efecto, como me comentaban algunos de los compañeros organizadores de
las Jornadas Informales Anárquicas/ Simposio Internacional, ante estos
atroces acontecimientos: en la Edad de Oro del anarquismo clásico; en los
años épicos de aquél accionar anárquico que se enaltecía como paradigma
subversivo indiscutible, las deportaciones, las encarcelaciones y los
asesinatos de compañeros y compañeras anarquistas estaban a la orden del
día. ¿Cuántas veces no fueron deportados y encarcelados nuestros
compañeros de antaño? ¿cuántos no fueron asesinados y/o ejecutados en los
patíbulos de anquilosadas monarquías y modernas repúblicas? Qué hoy
deporten, encarcelen y asesinen a nuestros compañeros es la prueba
fehaciente del despertar anárquico, la mejor demostración de vitalidad y
lozanía de nuestra teoría y práctica, la más contundente expresión de
proyección anárquica.
De aquí en adelante, ya no podremos prescindir de la praxis anárquica; hoy
la reflexión teórica y el accionar práctico comienzan a ubicarse en el
contexto histórico que le es propio otorgándole mayor preeminencia a los
compañeros y compañeras recién incorporados a la lucha ácrata que hacen
énfasis en la necesaria comunión entre ideas y acción, en la urgencia
ineludible de llevar a la práctica nuestra teoría y de reverdecer nuestro
campo teórico a partir de la práctica.
Lamentablemente, el compañero Alfredo Bonanno no nos acompañará
físicamente en este gigantesco esfuerzo de renovación teórico-práctica.
Nuestros enemigos no podían darse el lujo de permitirnos una aventura
fundacional transgeneracional de tamañas proporciones por eso recurrieron
una vez más a la proscripción y las exclusiones. Sin embargo, esa gama
inmensa de vibraciones comunes que hace posible la realización de estas
Jornadas Informales es la recreación indiscutible de esa épica
transgeneracional que hoy se concreta a través del anarquismo de praxis.
Es por ello, que a pesar de las proscripciones y exclusiones estarán a
nuestro lado, cara a cara contra el enemigo, todos los ausentes. Con
nosotros estará —pese a las adversidades— nuestro querido Bonanno; nuestro
hermano Gabriel Pombo DaSilva; la entrañable Felicity Ann Ryder; Mario
González; Stefano Gabriel Fosco y Elisa Di Bernardo; nuestros afines
Argyrou Panagiotis, Nikolopoulos Mihalis, Nikolopoulos Giorgos, Tsakalos
Gerasimos, Tsakalos Hristos, Polydoros Giorgos, Bolano Damianos,
Hadzimihelakis Haris, Ikonomidou Olga, Alfredo Cospito y Nicola Gai; Hans
Niemeyer; Marcelo Villaroel; Freddy Fuentevilla; Juan Aliste Vega; Carlos
Gutierrez Quiduleo; Mónica Caballero Sepúlveda; Francisco Solar; Víctor
Montoya; José Miguel Sánchez; Hermes González; Alfonso Alvia y tantos
otros hermanos y hermanas prisioneras, en restricción domiciliaria y en
fuga.
Y —¿por qué no?—, también estarán presentes los inolvidables: Sergio
“Urubú” Terenzi, Claudia López Benaige, Jhonny Carique, Lambros Foundas,
Xosé Tarrío González, el Punky Maury Morales, mi apreciado Rafael Spósito,
Matías Catrileo Quezada, Sebastián Oversluij Seguel y tantos compañeros
irremplazables que se han ido pero continúan mostrándonos el camino.
¡Qué viva la Anarquía y se deje oír bien fuerte el latir de su renovado
corazón en todos los confines del Planeta!
Gustavo Rodríguez
México, 24 de diciembre 2013
P.D. informativa: De momento, ya sufrimos el primer golpe. Como algunos
compas ya saben, anoche esperábamos el arribo de Alfredo a las 21:50 y
nunca salió por la puerta de llegada. Preguntamos en Migración y nos
dijeron que si era por “motivo de interrogatorio” podía tardarse de 3 a 5
horas retenido y que si después de ese lapso de tiempo no salía era que se
le había negado la entrada al país. Seis horas más tarde, desesperados y
preocupados, volvimos a preguntar y nos comentaron que no estaban
autorizados a dar información sobre si había o no personas detenidas o
deportadas ni las causas que habían motivado tal decisión; sin embargo,
poco después del fallido intento, los puercos me comentaron que podía
haber sido transferido a los separos de la Terminal I para ser deportado
una vez acordado el país de destino. Inmediatamente me trasladé para allá
pero tampoco obtuve ninguna información esclarecedora, por lo que
dedujimos que había sido deportado, lo extraño era que nunca se comunicó
conmigo y tenía su celular apagado, lo que me hizo pensar que podía seguir
detenido en México.
Y bueno, después de este trago amargo, nos queda el buen sabor de boca de
que, tras tres largas horas de interrogatorio, dejaron ingresar al país a
Constantino Cavalleri y a la lejendaría Jean Weir, quienes nos compartirán
sus reflexiones y experiencias en las Jornadas Informales.
Curiosamente, durante el “profundo” interrogatorio que les realizaron los
agentes de Gobernación, a ambos les cuestionaron si eran anarquistas y al
contestar que sí, les indagaron sobre el “tipo de anarquismo” que
profesaban. Ante tan absurda interrogante tanto Jean como Consta exigieron
que fueran más específicos a lo que los interrogadores contestaron que
“había un anarquismo bueno y otro anarquismo malo”, elucubración que
completaban con la siguiente pregunta: ¿quiénes son sus héroes o
personajes legendarios? y remataban con la interrogante del millón de
dólares: ¿vienen al Simposio anárquico o a la Escuelita Zapatista? Sin
dudas, la contestación de esta última pregunta les brindaba la oportunidad
a los agentes de lograr sin equivocación posible la clasificación antes
mencionada.
http://rojoscuro.blogspot.com/2013/12/alfredo-bonanno-o-el-anarquismo-de.html