¿Donde quedamos nosotrxs? Apuntes sobre la destruccion creadora (Mexico) 2013

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¿Dónde quedamos nosotrxs? Apuntes sobre la destrucción creadora

Nota: Este texto es producto de diversos cuestionamientos que formulé a

partir de la lectura de la entrevista que le realizó la publicación

Conspiración Ácrata al compañero Gustavo Rodríguez;así mismo, es motivo de

la reflexión en torno a diferentes planteamientos que se han venido dando

dentro de la tendencia identificada con la informalidad y el

insurreccionalismo contemporáneos a través de las diversas instancias

anarquistas de contrainformación y propaganda. Este trabajo tiene ya

tiempo de haber sido redactado y, hasta la fecha, no ha sido publicado,

por lo que antes de que quedara olvidado en el disco duro, preferí sacarlo

a luz como un aporte a la lucha en curso y a  las discusiones y debates

que se generan de la mano de su desarrollo. No es mi intención confrontar

la postura de compañeros íntegramente comprometidos con el desarrollo de

la proyección anárquica y la necesaria actualización teórico-práctica en

el siglo XXI. Lejos de esos posicionamientos hostiles, de la discusión

estéril y la “competencia” inútil –que nada aporta a la Anarquía– esta mi

cordial invitación al intercambio de reflexiones y al debate honesto entre

afines. Valgan estas palabras para extender un afectuoso saludo anárquico

al compañero Gustavo donde quiera que se encuentre.

———————————–

Es innegable que en los últimos tiempos se ha venido desarrollando una

intensa lucha contra el sistema de dominación; lo que durante largo tiempo

no pasó de ser amenazas de guerra, hoy se acredita perfectamente con

hechos: bombas, incendios, expropiaciones, balas…, en fin, combatesde

claro signo antisistémico. De la mano de este accionar se ha afirmado que

para lxs anarquistas y lxs luchadores antagonistas, la única vía coherente

es la destrucción y el ataque, asumiéndose estos “momentos” como la tarea

lógicamente realizable y rechazando la premisa de “construcción” porque,

supuestamente,toda construcción deriva en posturas reformistas y consolida

al sistema de dominación. Particularmente, no suscribo esta postura, más

bien reafirmo de la mano de la mítica frase que «mi pasión por la

destrucción es una pasión creadora»(1) . Y es que, cuando recurro al

vocablo “construir”, no me refiero a la labor desarrollista y urbanística,

sino más bien, a la creación de situaciones.

Parece ser que el compañero Gustavo Rodríguez y lxs

insurrectx/combatientes, han centrado todas sus fuerzas en el enemigo, en

destruirle y atacarle y, aparentemente, para muchxs de estxs compañerxs

esees el único ángulodesde el que verdaderamente se puede ser anarquista.

Pero ¿qué esperamos de nuestra Anarquía? Si bien mi tensión anarquista

visualiza necesario el ataque y la destrucción del enemigx, la mayor parte

de mi Anarquíareside dentro de mi y no depende de la existencia de un

enemigo gigante. Y es que tal parece que existe la necesidad psicológica

de tener un enemigo y que sin él, nuestra pasión anárquicase desinfla y

nuestros objetivos se vuelven irrealizables. Solemos definirnos a partir

del enemigo en vez de construirnos en base a nuestra individualidad y

libertad. Sin duda, en nuestras consignas siempre nos referimos a la

destrucción del sistema de dominación, pero ¿dónde quedamos nosotrxs? Cada

vez que escucho a compañerxs decir que sólo la destrucción es viable, me

surgen infinidad de interrogantes, sé que–sin duda– se refieren a la

destrucción del sistema (Estado-capital, sistema tecno-industrial, etc.)

pero, en nuestra vida cotidiana, con unx mismx y, con lxs nuestrxs, ¿cómo

se concreta esta destrucción? Podríamosdecir que sí,que se concreta de

cierta manera cuando destruimos algunas formastradicionales de

relacionarnos y negamos una amplia gama de valores pero, al momento de

concretar estas acciones, el individuo no se queda flotando en el espacio,

la vida no termina con el fin o la destrucción de estas opresiones sino

que sigue su curso y, es ahí, donde se gestan las pasiones creadoras, por

lo que considero que  la destrucción siempre debe de ir acompañada de una

propuesta creativa dirigida hacia nosotrxs, porque ¿qué pasa si alguien

ataca y destruye los símbolos del Poder bajo el discurso anti-sistema pero

su acción termina ahí en ese hecho particular, mientras que en el plano

personal y social inmediato continúa viviendo de la misma manera en

relación con lo existente? La contradicción sería evidente y, hablo de

contradiccionespero realmente no lo hago exacerbando posturas puristas –no

me interesa para nada los “puritanismos”–,sé que la existencia misma en

esta sociedad para muchxs se puede presentar como una contradicción (la

vida misma está llena de situaciones que se oponen unas con otras) pero,

muchas veces, estas contradicciones se miden con la misma vara del sistema

y no con la de las aspiraciones liberadoras individuales, por lo que la

crítica y autocrítica me parecen muy puntuales a la hora de avanzar en

este tema pero, no sólo rechazando la moral generalizada sino también

aquella que se desprende de personas “anarquistas” que quieren andar

dictando las pautas de conducta(lo que se debe y no se debe) entre lxs

compañerxs.

 

Para mi, bregar por la destrucción de los símbolos del sistema y no tener

una propuesta creadora  (hacia mí y lxs míxs), me deja el mismo sabor de

boca que un ciudadano común y corriente, estupidizado por el futbol y la

cerveza, que recurre a la violencia para destruir en uno de sus desmanes

las ventanas de algún centro comercial y roba alguna que otra mercancía y

cuando acaba el fin de semana, regresa a su casa a continuar con su rol de

dictador de su familia y se despierta temprano al siguiente día para

llegar puntual a obedecer sumisamente las  ordenes de su patrón en su

puesto de trabajo y, sigue cegado por el consumo, planteándose la

realización de su vida en torno a las vías ofrecidas por el sistema y

relacionándose con lxs demás –en lo referente ala amistad,la sexualidad, y

los aspectos sentimentales, etc.– y con la Naturaleza de manera

destructiva, jerárquica y autoritaria.

«Que mis amigos construyan, yo no tengo más sed que la destrucción, porque

estoy convencido de que construir con unos materiales podridos sobre una

carroña es trabajo perdido y de que tan sólo a partir de una gran

destrucción pueden aparecer de nuevo elementos vivientes, y junto con

ellos, elementos nuevos […]» (2) . Pero, si nunca llegamos a ver todo lo

existente totalmente destruido, si no vivimos esa “gran destrucción” que

permita que surjan los “nuevos elementosvivientes”, relegaremostodo hasta

ese momento después de la destrucción, cuando, sin pretensiones

idealistas, estos nuevos elementos pueden surgiraquí y ahora o, acaso

esosnuevos elementos no somos nosotrxs mismxs. Ante esto, me parece que la

destrucción por sí misma no genera situaciones liberadoras(3) ;“algo”

puede ser destruido tanto por lxs anarquistas como por lostalibanes,por

alguna guerrilla marxiana o por la Naturaleza misma, pero la diferencia es

que lxs humanxs tenemos motivaciones teórico-prácticas mientras que la

Naturaleza simplemente “es”(4) , por lo que considerorealmente importante

entender lo que nos motiva y hacia dónde van dirigidas nuestras acciones y

que cada quien, desde su punto de vista discursivo,diga lo que tenga que

decir al respecto o no lo diga, pero ¿por qué negarnos a crear/construir

cuando el sistema está diseñando cada  aspecto de la existencia?

Definitivamente, tendremos que imaginar y descubrir nuevas formas de crear

y destruir paralelamente, que nos permitan enfrentar a  la dominación

contemporánea. Sólo lxs ciegxs no se dan cuenta que el modelo del “nuevo

mundo a través Revolución Social y el anarquismo clásico” ha quedado

desfasado. Apesar de todo lo que el Poder ha hecho y puede hacercontra la

gente, la gente lo continúa venerando sin cuestionarse profundamente la

necesidad de enfrentarlo y destruirlo.

Para mí, cada quien debe de visualizar la Revolución(5)  en función de si

mismx, por lo que mi Revolución habrá de ser paralelamente destructora y

creadora. Enfocándonos, como lo he expresado antes, en las posibilidades

aquí y ahora. Sin importar en el contexto que nos encontremos, siempre es

posible subvertir en cierta medida el estado de las cosas y de unx mismo

como individux, creándo ydestruyendo, con todo y las contradicciones que

esto pueda tener, viviendo en contante ensayo y error, sin necesidad de

sacrificar el presente en nombre de un futuro incierto.

Hoy también se habla de que las expresiones que dan vida a la Anarquía

deben centrarse en la expropiación,el atentado, el asesinato de esbirrxs,

etc.(6) Una vez más, considero que limitarnosa vivir la Anarquía

adecuándola siempre en torno a la existencia de un enemigo, es una visión

demasiado corta –y, con esto no estoy diciendo que vea estas acciones con

malos ojos, ya que esta conflictividad con el sistema de dominación es

producto de un análisis muy puntual  que refleja un posicionamiento claro

frente a las situaciones que nos impone la dominación y el conjunto social

pero, me parece necesario hacer también una crítica al fetichismo

insurreccional que se ha podido crear, sin dejar de hacer hincapié en la

acción directa destructora  para dar un paso más hacia una lucha más

integral teniendo en cuenta no sólo el daño que se le hace al enemigo sino

también la positividad libertaria que le podemos otorgar a nuestras

propias vidas–, ya que muchas veces se suele medir o jerarquizar el “cuán

anarquista eres”(7)  por el grado de peligrosidad que te pueda otorgar el

Estado o por si realizas tal o cual tipo de acciones, cuando,

precisamente, lo que queremos es dejar de ser medidxs, vigiladxs y

controladxs, teniendo en cuenta que el camino revolucionario es un camino

de acciones multiformes que no necesariamente tiene que  llevarnos a las

mismas posiciones, prácticas y escenarios.

Espero llegar a un momento en el quelas ansias de vivir despierten a

partir de la creación, donde la acción creadora se materialice a partir de

unx mismx junto a todxs aquellxs queestén dispuestxs a hacerlo sin dejar

de darle batalla al Poder. Sin embargo,también me considero afín a la

expropiación y la acción directa, porque tampoco veo adecuado vivir

limitándonos a las formas que nos impone el sistema de dominación.

Prefiero apuntar todos mis esfuerzos a vivir experiencias anárquicas a

dejar que la vida se me vaya absorbido por las reglas, apegado a la

normatividad de la maquinaria social y, en ese sentido, le apuesto al

conflicto cotidiano y a la guerra social. La Anarquía no es sinónimo de

guerra pero la guerra antisistémica es la postura por la que hemos optado

algunxs anarquistas.Entre crear y destruir no existe dilema alguno, aún

así considero que siempre nos podremos sentir más en Anarquía cuando nos

encontremos en una situación o momento en que no tengamos la necesidad de

atacar al enemigo; sin embargo, la manera en que se desarrollan las

acontecimientos, tanto en México como el mundo, no dan cabida a que

dejemos de destruir permanentemente y confrontemos a la dominación en todo

momento.

La propuesta, entonces, se encuentra inscritaen la experimentación de

formas de vida anárquica, tanto desde el ataque contra la dominación como

en la creación y la armonía que le imprimamos a nuestros actos y al

conjunto de la Naturaleza; crear condiciones hacia una proyección integral

anarquista que nos permita generar la “autonomía posible” y que pueda

extender la Anarquía hasta las últimas consecuencias, en el sentido de que

mientras que estas propuestas cobren vida en más individuxs,mayor

posibilidad existe de extender la Anarquía a cuantos  espacios e

iniciativas de propaganda y tensión sea posible, desde combates a comunas

–sin pretenciones de fundir el proyecto anárquico a la lógica de las masas

reformistas–, incentivando el conflicto cotidiano a través de la

organización informal y la reconstrucción y reapropiación del individux.Es

primordial tener presente que la autonomía jamás podrá devenir del

dialogo, la mediación y/o la “oposición política”(8)  al sistema de

dominación y sus instituciones, sino que será la consecuencia de la propia

iniciativa tendiente a crear diversas formas de vida que replanteen las

relaciones entre lxs humanos, los animales y la Tierra.

Con todo lo anterior, quiero dejar en claro que no considero viable la

difusión de cierto “optimismo” “pesimismo” o “realismo” que arrincone la

“coherencia de los actos” y nos condene a habitarúnicamente en las páginas

de la teoría y  el inmovilismo cotidiano, por el sólo hecho de que a

nuestro alrededor no funcione el mundo en correspondencia con  nuestras

ideas o “ideales” sino,más bien, considero necesaria una

proyecciónanárquica que pueda dar frutos másprácticos que teóricos,  que

si bien, no busca endulzar los planteamientos anti-autoritarios para

consumo de la “masa”, tampoco los reduzca a ser producto de auto-consumo.

Rebelión Inmediata

México, Marzo, 2013

NOTAS:

1- Miguel Bakunin

2- Esta frase pertenece a Miguel Bakunin y está citada en la entrevista

que le hizo Conspiración Ácrata al compañero Gustavo Rodríguez. La frase

aunque me parece muy simpática y motivadora, sólo puedo suscribirla como

complemento de un proyecto anárquico.

3- De hecho, muchxs de lxs que se deciden a dar  el paso de la acción

directa y destructora pasan por un proceso de racionalización que les

lleva a accionar de dicha forma y dotar de contenido sus acciones

tendientes a la liberación.

4- Con esto quiero decir que la Humanidad no está excluida de la

Naturaleza y que en el resto de los eventos que no son producidos por

nosotrxs también existen motivaciones, es decir, una causa y efecto. Sin

embargo, a diferencia de las motivaciones naturales, las motivaciones

humanas tienen que ver con nuestra naturaleza racional, emocional,

social, ideológica, etc.  Específicamente, me refiero a esos fenómenos

naturales  en los que lxs humanxs no tienen el control de los

acontecimientos, aunque si recienten su repercusión e impacto. Cabe

señalar que la tendencia actual de la Humanidad, engendrada por el mundo

industrial y su religión científico-técnica, esllegar a dominar y

controlar todo proceso natural para obtener beneficios para el conjunto

del sistema de dominación y sus cabecillas.

5- Deseo aclarar, que el concepto de “Revolución” que acuño, no tiene

nada que ver con modelos economicistas clásicos, marxistas,

anarcosindicalistas, clasistas etc., sino con una actitud frente al

estado actual de las cosas, que se va forjando de manera individual

tendiente a la superación y destrucción del sistema de dominación y que

no esta encaminado al traslado del Poder y la reutilización y

“autogestión” de la infraestructura del sistema. Han existido

revoluciones de independencia, revoluciones burguesas, guerras civiles,

insurrecciones populares, etc. Sin embargo,a diferencia de cualquier otra

Revolución, la nuestra busca destruir el Poder. Aquí, considero que si

bien la palabra/concepto puede ser utilizada de diversas maneras y podría

ser cuestionada su utilización “correcta o no”, por el hecho de que  en

otros momentos históricos ha habido revoluciones que, simplemente, se han

limitado a concretar un trasladado del Poder, hoy no tenemos porque

renunciar a ella.  De hecho, compañerxs como  Gustavo Rodríguez, lxs

editores de Conspiración Ácrata, las Columnas Antagonistas Incendiarias

de Chile o el grupo anti-tecnología Individualidades Tendiendo a lo

Salvaje, han criticado en repetidas ocasiones el uso del “discurso

revolucionario” –cada unx desde su propia visión–, inclusive han

comentado que sería preferible utilizar el término “insurrección” o

“destrucción total” en lugar del vocablo “Revolución”; sin embargo,

también estos términos pueden ser embarrados por nomenclaturas populistas

o reformistas, por lo que, evidentemente, no se trata de cambiar un

termino por otro. De hecho, ha habido insurrecciones que tampoco logran

el cometido de liberación que tanto se critica a las “revoluciones”. Ante

esto, considero que lo importante aquí es la tendencia de nuestra

práctica/discurso, la realidad de nuestra propia actividad

destructora/creadora. Lxs compañerxs de la Conspiración de las Celulas de

Fuego de Grecia han expresado su propio discurso anarquista/nihilista en

“términos revolucionarios” y esto no les resta credibilidad, lo que me

parece que le da certeza a lo que hablamos, como ya dije, nuestras

acciones y su tendencia es lo que dota de significado al concepto, ya que

las palabras se las puede llevar el viento.

6- Aquí traigo a colación un fragmento de la entrevista que le realizaron

al compañero Gustavo Rodríguez, donde afirma: «La TIA( Tendencia Informal

Anarquista) no lucha por un “mundo mejor” ni por alcanzar la “sociedad

ideal” –llámese Comunista, Anarquista o como quieran denominarle–. No

creemos en milagros, mucho menos en “sociedades utópicas”, por ello,   no

nos desgastamos en “mejorar” la imagen para consumo público de ese

producto  intangible que denominan Utopía. Estamos convencidos que la

“sociedad anarquista” no se concretará mañana en la mañana. Es más,

tenemos casi la certeza que muy probablemente nunca se concrete. Y nos

tiene sin cuidado. Como nos recalca Bonanno. «el anarquismo es una

tensión, no una realización». Sin embargo, esto no significa que la

Anarquía no sea posible aquí y ahora. Para nosotros la Anarquía no sólo

es posible sino que se concreta de manera efímera cada vez que se realiza

una expropiación exitosa; se constata en esos breves instantes en que se

ilumina la noche con el fuego refractario; se confirma en cada fuga de

prisión; se verifica con la eliminación física de nuestros enemigos…»

(Disponible en http://liberaciontotal.lahaine.org/?p=4478).Si bien

coincido con la mayoría de lo expuesto en este párrafo, mi postura gira

entorno a llevar a la práctica las ideas anarquistas no sólo en el plano

del ataque sino también en el plano de nuestra vida real, de las

convivencias  y relaciones, tal como lo he expresado en otra reflexión

publicada en Conspiración Ácrata No. 16

(http://liberaciontotal.lahaine.org/?p=4282) en el que se expresa la

necesidad de vivir la Anarquía, aquí y ahora, en la medida de lo posible

y alejado de tonos utópicos y perfectos, apegándonos a la Naturaleza.

7- Y el simple hecho de querer medirnos en ese sentido representa

reproducir los vicios típicos del sistema, el cual intenta medirnos,

valorarnos, jerarquizarnos, en torno a sus construcciones sociales

autoritarias como si de renombre y competencias se tratara.

8- Hago referencia a la “oposición política” ya que,lamentablemente,

muchas veces se concibe al anarquismo como eso,  simple y banal

politiquería que puede y podría no distar mucho de las demás formas y

estructuras políticas existentes que no incitan a la confrontación

 

liberadora.