(La influencia de la profesión de su padre
se puede ver en este “Cadeau” de 1921)
“Autorretrato con cámara” de Man Ray
Man Ray, nacido Emmanuel Radnitzky en agosto de 1890, fue un artista comprometido con las vanguardias del siglo pasado a la vez que con las ideas ácratas. Ray nació en Pennsylvania (EE.UU.) en el seno de una familia de inmigrantes judíos de origen ruso. Pronto Emmanuel Radnitzky se trasladó a Brooklyn (Nueva York) donde cambió su nombre a Man Ray, que sonaba más “anglo” y le evitaba ser víctima del racismo antisemita muy en boga en la época. En contra de lo que muchas veces se ha dicho de los artistas, y especialmente de los artistas de vanguardia, Man Ray no era hijo de la burguesía, ni si quiera de la pequeña burguesía ilustrada, sino de la clase obrera fabril. Su padre trabajaba en una fábrica textil aunque posteriormente consiguió establecerse por su cuenta como sastre. A menudo sus hijos le ayudaban en dicha actividad. Esto explica que en las obras de Man Ray aparecieran maniquíes, planchas, agujas, retales, máquinas de coser, etc. con profusión y que sus collages se basaban en patrones próximos a los que usan los sastres.
Man Ray y la Ferrer School de Nueva York
Desde niño, Man Ray manifestó gran interés por la actividad artística. Pronto se inició en el dibujo y se aficionó a visitar la multitud de museos y galerías con que cuenta la ciudad de Nueva York. Especial predilección sentía por la 291 Gallery, sita en el mismo número de la Quinta Avenida y cuyo propietario era el fotógrafo Alfred Stieglitz. Allí Ray entró por primera vez en contacto con las vanguardias que venían de Europa. Además fue Stiegliz precisamente quien le recomendó ingresar en la “Ferrer School” de Nueva York para desarrollar sus dotes artísticas.
La 291 Gallery de Nueva York
En efecto, en Nueva York, seguidores de Francisco Ferrer Guardia (entre otros Emma Goldman y Alexander Berkman) habían fundado una “modern school” siguiendo las enseñanzas del gran pedagogo ácrata al poco de ser fusilado éste en 1909. La Ferrer School estaba situada en la calle 107, 63 este, en el barrio de Harlem y por allí pasaron entre maestros y colaboradores: Jack London, John Reed, Upton Sinclair, Hart Crane, Wallace Stevens, William Carlos Williams, Margaret Sanger, Isadora Duncan, Eugene O’Neill, los pintores Adolf Wolff y Robert Henri… O lo que es lo mismo, la flor y nata del arte y la intelectualidad de la época. En la Ferrer School junto a los contenidos académicos clásicos basados en las letras y en las ciencias también se impartía una gran variedad de formación artística. Según recuerda Ray, “todos los cursos eran gratuitos y algunos escritores y pintores célebres ejercían generosamente de profesores. De hecho, todo era libre, incluso el amor. Se desaprobaba la mayor parte de las convenciones impuestas por la sociedad. […](…) Todo el interés artístico del centro Ferrer es el de instaurar la idea que cada estudiante es su propio maestro, que todos pueden aprender de todos e incluso del azar. […](…) La búsqueda de placer, de la libertad y de la realización de la individualidad, son los únicos motivos de la raza humana, susceptibles de adquirir en nuestra sociedad, a través de la obra creativa [1]”.
La Modern School de Nueva York
En el tiempo que permaneció en ella Man Ray, el director de la Modern School de Nueva York era Will Durant (1885-1978), un filósofo y pedagogo, que era autor de Una historia de la civilización, que ganaría el Premio Pulitzer en 1968 por su décimo volumen, Rousseau y la civilización. La primera obra de Durant fue La filosofía y el problema social (1917), que ponía énfasis en la necesidad aunar pensamiento y acción social, abordando los nuevos problemas que la modernidad provocaba con el objetivo último de la transformación de las clases sociales.
Fue en la Ferrer School donde Man Ray expondría por primera vez. La muestra contenía óleos, tintas y lápiz sobre papel y acuarelas. Los temas de sus obras tenían una inspiración eminentemente urbana, con especial predilección por los desnudos en los que se podía reconocer la manera de componer de Cézanne y Matisse, influencias que estaban filtradas por su personalidad inconformista e innovadora.
Revista de la “Ferrer Modern School”,
número de la primavera de 1920.
También en Nueva York conoció a dos pintores franceses exiliados: Francis Picabia y a Marcel Duchamp. Ray, Duchamp y Picabia empezaron por tomar copas en el bar de la Ferrer School y acabaron formando el primer núcleo Dadá fuera de Europa. Al poco tiempo en febrero de 1913 se inauguró el Armory Show, la primera exposición de arte europeo de vanguardia celebrada en Nueva York. En ella expuso Duchamp su famoso “Desnudo bajando una escalera nº 2” además de otras tres obras más. Picabia expuso cuatro. También se expusieron lienzos de Picasso y Braque. Ni que decir tiene que la muestra maravilló al público neoyorquino, muchos de ellos profesores y alumnos de la Ferrer School, y entre éstos últimos un joven Man Ray.
Entrada a la Exposición de Arte Moderno
en el Armory Show (1913)
Poco después Ray junto a Duchamp, Picabia y otros artistas fundan The Society of Independent Artists. Por tan solo dos dólares cualquiera podía exponer en la Gran Estación Central de Nueva York. Allí expusieron más de mil doscientos artistas, la mayoría desconocidos. Y allí fue donde Duchamp se presentó con su “Fountain” (fuente), un urinario de pared puesto del revés y firmado por tal R. Mutt. A Stieglitz le divirtió la gamberrada y le hizo una fotografía. Sin embargo, el urinario no fue aceptado en la exposición, Duchamp dimitió y la peculiar “fuente” desapareció. Menos mal nos queda la foto de Stieglitz.
La “Fuente” de Duchamp fotografiada por A. Stieglitz
Por último hay que decir de esta época de Ray que fue cuando empezó a interesarse por las posibilidades artísticas de la fotografía. De hecho, es como fotógrafo más que como pintor o constructor de readymades (combinación artística de objetos en origen no artísticos) o incluso cineasta (hizo varios cortos, el más conocido: La estrella de mar) que Man Ray pasó a la posteridad. En dicho campo, el gusto por la innovación adquirido en la Ferrer School le hizo revolucionar las técnicas fotográficas de la época con sus “rayogramas”, basados en la técnica de la solarización, por la cual una imagen sobre un material sensible a la luz invierte su tono de un modo total o parcial, proceso puede efectuarse sobre un negativo o una fotografía.
Marcel Duchamp transformado en Rrose Selavy
y retratado por Man Ray
Adolf Wolff
Después de la influencia de la Ferrer School de Nueva York la segunda fuente de ideas ácratas en la vida de Ray fue Adolf Wolff. Wolff (llamado “Loupov” en la autobiografía de Man Ray) era un escultor y poeta anarquista al que conoció en la Ferrer School, donde éste enseñaba francés a los adultos y arte a los niños. Como Ray no se sentía a gusto en la casa paterna Wolff le ofreció un sitio en el que trabajar en su obra en un pequeño estudio de la calle 35 de Manhattan. Durante los últimos años de la primera década del siglo pasado Wolff participó en multitud de manifestaciones anarquistas, algunas de las cuales acabaron con su arresto y posterior encarcelamiento. Su dedicación a la militancia anarquista se reflejaba en sus poemas y esculturas de esa época, pero mientras su poesía se inscribía en lo que hoy se llamaría poesía comprometida su escultura estaba más relacionada con las nuevas tendencias de vanguardia, especialmente el cubismo, con el que sin duda entró contacto en el Armory Show.
“Familia” de Adolf Wolff
Otra circunstancia destacable es que Wolff escribía para revistas ácratas de la época, en alguna de las cuales Man Ray haría de ilustrador. Así, Wolff escribía para The International para la cual Man Ray dibujó al menos tres portadas. La portada era la misma ilustración aunque con un fondo de diferente color en cada caso para los números de marzo, abril y mayo de 1914. Ésta consistía en dos dibujos de tinta: por una parte, un barco de vapor a punto de pasar un puente basculante y, por otra, la típica estampa egipcia con tres pirámides y una esfinge a la sombra de una palmera. Estos dos dibujos estaban conectados entre sí por un hecho histórico ocurrido en 1914: la apertura del Canal de Panamá, que junto con el Canal de Suez, abierto en 1869, creaba un solo pasaje alrededor del mundo, un pasaje que sería estratégico como importante ruta de transporte durante la guerra.
Mother Earth
Además de estas portadas en The International Man Ray confeccionó material gráfico para la revista anarquista Mother Earth. Mother Earth era una publicación periódica descrita como “una revista mensual dedicada a la ciencia social y la literatura” editada por la militante anarquista Emma Goldman y de 1907 a 1915 por su compañero Alexander Berkman. Esta revista se componía de artículos extensos que tocaban una gran variedad de temas: el movimiento obrero, la literatura y el arte, la emancipación de la mujer, la libertad sexual, el control social y estatal, etc. También se opuso esta publicación a la participación de EE.UU. en la Primera Guerra Mundial y más específicamente llamó a desobedecer las leyes del gobierno sobre el reclutamiento y el registro militar. Esto último les costó a Goldman y Berkman el cierre de su revista y la deportación de ambos bajo la acusación de haber violado el Acta de Espionaje que prohibía cualquier interferencia (incluido el cuestionamiento de la guerra) en la política exterior de los Estados Unidos.
Para Mother Earth Ray confeccionó dos viñetas políticas. Una de ellas muestra un dragón de dos cabezas tirando de dos extremos opuestos de una figura con la etiqueta “HUMANIDAD”, mientras las cabezas separadas de la bestia monstruosa están identificadas como “CAPITALISMO” y “GOBIERNO”. La ilustración pone de manifiesto que para Ray el individuo es un juguete en manos de dos fuerzas, dos poderes, el político y económico, que lo manipulan y destruyen. Esta ilustración apareció en el número de agosto de 1914, precisamente el mes en que ya nadie dudaba que la guerra en Europa iba a tener proporciones mundiales. El número, por cierto, contenía un poema de Adolf Wolff titulado “War” (“Guerra”) que denunciaba cómo la ley y el orden eran causantes de muerte y destrucción.
La otra viñeta mostraba a dos presos con uniforme a rayas dispuestos de tal forma que completaban una bandera americana cuyo mástil acaba en un crucifijo mientras que las estrellas son detonaciones de mortero en una violenta escena de guerra. Con esta portada Man denunciaba no sólo los horrores del campo de batalla sino también el sufrimiento de los antimilitaristas que (como los heroicos sindicalistas de la IWW) fueron encarcelados por negarse a ser reclutados.
Anarquía y vanguardia
El caso de Man Ray ejemplifica el interés de gran parte de la vanguardia artística por las ideas ácratas. Eso quiere decir que ni en los “ismos” artísticos del siglo XX dominaban las mentalidades derechistas (de los que futuristas que se adhirieron al manifiesto de Marinetti tan solo 3 contando con el propio Marinetti apoyaron a Mussolini y además el futurismo en Rusia y en Latinoamérica fue de claro signo izquierdista) ni en el anarquismo ha sido unánime la apuesta por la estética del realismo social. Ejemplos dentro de la propia CNT no faltan: Lucía Sánchez Saornil, Ramón Acín, Helios Gómez… Al fin y al cabo, vanguardia no significado “estar por encima de”, sino “ir por delante de” ¿y acaso no es precisamente eso lo que representa en el pensamiento político la idea ácrata?
Notas:
Bibliografía:
-Alan Antliff: Anarchist Modernism: Art, Politics And The First Political Avant-Garde, University of Chicago Press, 2001
-Memoria Libertaria: “Ferrer i Guardia y el Movimiento Dadá”