la Biblioteca Social Reconstruir

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Tras la derrota de la revolución española de 1936, Ricardo Mestre Ventura y su familia viajan a México para salvar la vida, llegan al puerto de Veracruz y se establecen en la Ciudad de México. Nació en Vilanova i La Geltru en Cataluña, de joven fue vendedor de periódicos, participo en huelgas desde el sindicato de la CNT, fue detenido debido a sus actividades anarquistas a los 16 años. Fue uno de los participantes en la fundación de la FAI, y también de las Juventudes Libertarias.

 

En la Revolución Española de 1936 estuvo muy activo en las colectividades y en el funcionamiento de la nueva sociedad ácrata. En el frente fue un miliciano, pero de la cultura, actuó como maestro. Al fue de los últimos en abandonar España cuando triunfaron los franquistas, internado en un campo de concentración en Francia, sale de  allí y se embarca a México a bordo del barco Ipanema llegando a México a  inicios de 1940.
De inmediato comienza la tarea de reorganizar a los anarquistas que van llegando a México, esta tarea logrará restablecer grupos como el Tierra y Libertad y habrá de crear otros cuyas actividades y luchas son diversas y en diferentes puntos del país.

Con los años, Mestre decide jubilarse; decía el viejo Mestre que con la jubilación volvería a ser un anarquista de tiempo completo. Así que en su despacho, el 206, del número 45 de la calle Morelos, en el Centro de la Ciudad de México, nace en el año 1977 la Biblioteca Social Reconstruir. El acervo inicial de la Biblioteca está compuesto por la biblioteca personal de Mestre, acompañada de las pocas publicaciones periódicas y revistas que puede recuperar. Ya instalado en la Morelos, la biblioteca comienza a funcionar y gracias a los vínculos forjados en la lucha, otros viejos anarquistas van donando sus bibliotecas, tal es el caso de la biblioteca de Marcos Alcón. Hay que señalar que la amistad de Mestre con Simón Radowitzki, Senya Flechine y Mollie Steimer implicó también algunos donativos no tan voluminosos. La idea de sostener la biblioteca ha sido desde entonces, poner al alcance de los militantes anarquistas y simpatizantes un acervo especializado en anarquismo sin restricción alguna, promoviendo la autoformación y el análisis desde los militantes. Mientras Ricardo se hacía cargo de la biblioteca, se logró fundar Ediciones Reconstruir, que editó algunos títulos: los dos tomos de la Enciclopedia Anarquista, Artistas y Rebeldes, Nacionalismo y cultura, y un sinfín de folletos.

Con el paso del tiempo, la Biblioteca acumuló una excepcional cantidad de materiales especializados: está una colección de la Revista Blanca, la revista Tierra y Libertad; periódicos La Protesta, algunos ejemplares de la revista La continental Obrera; algunos números del periódico Regeneración del año 1900; las compilaciones realizadas en los años 20 de los textos de regeneración por parte de Nicolás T. Bernal y unas memorias de militantes magonistas; entre las rarezas de la biblioteca está una edición española de La Pornocracia, de Proudhon; ediciones de principios del siglo XX de: El hombre y la Tierra o La geografía Universal, de Reclus. A ello hay que añadir la compilación de fanzines punks desde los años ochenta y ediciones diversas de distintas partes del mundo que compañeros y compañeras donan a la biblioteca cuando la visitan.

Así, la riqueza de la biblioteca crece enormemente, son alrededor de siete mil libros sobre el anarquismo los que con cariño y compromiso miles de personas han logrado conjuntar en la biblioteca. La virtud de este espacio es que esta acumulación enorme de conocimiento formado en la lucha y para ella, es que nace la acción colectiva prolongada en el tiempo, una tarea permanente que todos y todas asumimos como compromiso.

Con tan importante acervo, la biblioteca se volvió también un punto de encuentro de los anarquistas no sólo de esta ciudad, sino de todo el país. En algunos momentos se ha brindado apoyo con donaciones para la fundación de otras bibliotecas o generando algunas pequeñas investigaciones propias sobre el anarquismo mexicano. Se realizan también foros, debates y actividades culturales para difundir el anarquismo, la última de ellas se ha realizado en el mes pasado en coordinación con otros colectivos; y no sólo eso, sino que se apoya a las incontables luchas que ocurren en nuestro país.

La biblioteca ha sido siempre un centro aglutinador y generador de organización y de propuestas culturales.

No obstante, las alzas en la tarifa se hacen más frecuentes lo que hace imposible mantener el espacio en ese lugar. Así que en el año 2002 se muda a una oficina más pequeña y barata, que se ubica en la calle dolores 16 despacho 401. En este lugar se continúan las actividades pero nuevamente el arrendamiento se hace incosteable (se eleva en más del 30%).

Finalmente, ante la falta de recursos se acumuló una deuda por varios meses: 28.750 pesos, unos 2,800 dólares aproximadamente. El 22 de mayo del 2009 nos fue notificada una demanda interpuesta por parte del propietario del inmueble, en la que se anunciaba una `posibilidad de embargo’; se exigía, además del pago de la deuda, el pago de los costos del juicio el tiempo que se alargue y el pago de los abogados del propietario. El día 2 de junio de 2009 se compareció ante el juez, en el juzgado 40 del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, México, y se hizo una oferta que no cubría el total de la deuda, pero sí una parte considerable; el propietario rechazó la oferta.

Acudimos entonces con un par de abogados que plantearon la estrategia de alargar el juicio por unos meses para dar tiempo de juntar el dinero de la deuda y ver la manera de llegar al mejor arreglo. El propietario se ha negado en diversas ocasiones a aceptar las ofertas hechas.
Al día de hoy la demanda continua y el acervo se encuentra a salvo y a resguardo; sin embargo no ha sido posible abrir un nuevo local pues no hay dinero suficiente para afrontar la demanda y pagar una renta.

Por desgracia, quienes apoyamos de forma permanente a la biblioteca, nos vemos limitados de recursos por diversos motivos, y eso no nos permite tener la solvencia deseada. Algunos colectivos han ofrecido apoyos pero no se ha concretado nada. Es una situación complicada porque la falta de dinero nos limita en realizar otras actividades, no obstante nunca hemos dejado de difundir y apoyar otras luchas.

Así, la Biblioteca Social Reconstruir apela a su solidaridad para mantener vivo y activo este espacio, para poder seguir impulsando el anarquismo y construir un mundo nuevo.

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