El Refractario Nº 9 / Mayo del 2013.
La iglesia Evangélica del Río de la Plata, con el señor Armín Ihle a su cargo intenta desalojar el centro social La Solidaria. Por esto la casa sufrió el diez de mayo un intento violento por parte de la policía de entrar, luego de varios insultos, amenazas y embestidas, varios vecinos y compañeros llegaron y los policías desistieron y se fueron. En este local tomado hace más de un año funcionaba cedido por la Iglesia una ONG que tenía niños en condiciones deplorables, por todas partes se llovía, no había baños en condiciones, faltaban las puertas y los vidrios y los caños rotos dejaban filtrar los afluentes de los baños.
Tanto era así que el propio INAU la cerró. La iglesia dice superficialmente en sus comunicados que cedió el local para ayudar a niños con adicciones, nada dice de la responsabilidad de que estos pasaran ahí hambre, frío y un encierro espantoso. Además, en el local funcionaba desde hacía 11 años la biblioteca social Luce Fabbri, manteniendo parte de la casa en buen estado y manteniendo una biblioteca gratuita. Cuando el encierro y las malas condiciones en que se tenía a los niños se terminó, un grupo de personas decidió reparar, dejar en condiciones y darle vida a la casa. Se repararon los techos, se pintaron las paredes, se arreglaron los caños, se pusieron vidrios, puertas y se comenzó a hacer un trabajo social que no se ha detenido aún. Pero no cualquier tipo de trabajo social. La casa funciona con decisiones horizontales, tomadas en asambleas donde todos pueden participar. No hay ninguna actividad con fines de lucro y la autogestión está basada en los aportes solidarios de los participantes. Enseguida el local se puso a disposición de los grupos sociales que la precisaran y se comenzó la tarea. Los talleres que ahí funcionan son todos gratuitos y abiertos a quien quiera participar. Funciona un taller de teatro, un taller artesanal de mates (en la sala que se acondicionó para lugar de trabajo) y un taller de “esquizo drama” con personas que trabajan en el hospital Vilardebó y que desean darle herramientas a las personas que de ahí salen para que no tengan que recaer en la internación. Además han funcionado también talleres de reparación y encuadernado de libros, talleres de cine y video, talleres de reciclado de basura, ciclos de cine, etc. Actualmente también está funcionando la radio Resistencia, radio comunitaria que transmite para toda la zona. La casa también da lugar a que distintos colectivos puedan juntarse como la Regional sur de la Asamblea nacional permanente, asamblea que está peleando contra la instalación de la megaminería en el territorio y los megaproyectos que tienen amenazada la tierra y el agua. También en la casa funciona una fotocopiadora cuyo uso social permite más de dos mil copias mensuales para necesidades de los distintos colectivos y personas que lo necesiten sin costo alguno. Finalmente en la casa se han hecho y se hacen todo tipo de actividades como debates y encuentros. Varias ferias del libro han utilizado el espacio e infinidad de charlas sobre diferentes temas han pasado por ahí. En los últimos tiempos grupos de baile también están dándole vida a los pisos de la antes abandonada casa.
El Refractario Nº 8 / Mayo del 2013.
Que a muchos los límites de lo posible les parezcan estar dentro de lo estatal, o sea, que el Estado se les presente como a lo que más se puede aspirar. Un Estado un poquito mejor, dentro del capitalismo, un poco más “humano”, un poco menos malo, no es casual o una circunstancia del destino. Los que detentan hoy el poder han trabajado mucho, sus antecesores han trabajado mucho y aun les cuesta muchísimo la manutención de la vida convertida en un producto de supermercado.
“Se han perdido los valores” suspiran casi humillados y tristes los que sueñan casi con no soñar más. Pero esto no es cierto, lo que pasó es que han triunfado ciertos valores, eso sí. Se imponen valores que convenientemente impulsan los acomodados del capital. No es nuevo, no hay nada nuevo en los valores que imperan en nuestro territorio infelizmente ocupado por el Estado uruguayo.
Son los valores de los mismos explotadores que se impusieron con fuerza luego de la dictadura cívico-militar y que querrían anular hasta la historia misma de la resistencia de siglos. La antigua y la del pasado reciente. Aquellos que desobedecieron a los dirigentes sindicales y salieron a resistir a los milícos bien lo saben. Nuestro presente es el legado de esa imposición. Es el triunfo y potenciación de los mismos valores que tanto resistieron aquellos inmigrantes que despreciaban la patria y que trajeron el grito de libertad, de acción directa y de solidaridad entre los que padecen al Estado. El grito que antes enorgullecía, todo aquello de no ser botón, buchón o carnero, la dignidad de pelear por uno mismo y los otros dominados.
Sus valores son los que se han impuesto, no definitivamente, claro, no para siempre. Y ellos, los dominadores, los viejos explotadores capitalistas y los hijos bastardos de la madre patria también lo tienen bien claro. Que el capitalismo sea la meta, lo único posible, que la democracia es el límite a lo que se puede aspirar es una idea que se necesita imponer, grabar en toda cabecita. Los valores y los criterios con que se dice hoy: “esto esta bien, esto esta mal” son los mismos que combatían ya algunos de nuestros abuelos. Su idea de que la democracia liberal o la democracia progre es lo máximo aspirable, lo único racionalmente aspirable muestra su cobardía y su incapacidad no sólo de hacer sino hasta de soñar.
Muchos suelen olvidarse de donde vienen, el olvido parece lavar su conciencia y darles “felicidad”. Olvidan su barrio, los que ahí se han quedado, los que enganchados a la política de exterminio de la pasta base no hicieron más que undirse en el mar del capitalismo. Otros no tienen nada que olvidar, siempre han sabido de que lado estaban y la mierda del mundo les parece normal. Nosotros sabemos de donde venimos, no olvidamos a los nuestros, trabajando para otros, postergando sus sueños para poder comer, postergando sus vidas para el consumo. No olvidamos quiénes somos en lo que queremos. Sabiendo lo que somos y en donde estamos parados es que sabemos porqué hay gente durmiendo en la calle aunque se la quiera ocultar de la vista a los turistas habiendo tantas casas vacías, porqué hay gente que come de la basura habiendo tanta comida y porqué el agua de los ríos esta colapsando y la tierra llenándose de contaminantes.
El Refractario Nº 7 / Noviembre del 2012.
La amistad que ahora pretenden imponernos entre nosotros y la patria, nosotros y los empresarios nos muestra una vez más el cinismo de los impulsores y sostenedores del sistema en el que vivimos. ¿Amigos del ejército?, el mismo que ocupa, viola y mantiene por la fuerza la instauración de los mercados en Haití o el Congo. El mismo que dice que va por paz y en vez de llevar comida lleva armas. La ocupación en el exterior que hace el ejército no es más que la extensión de una misma ocupación que se nos impone acá a todos. Es el correlato de un mismo sistema que nos roba y se queda con nuestras vidas.
¿Amigos de los empresarios?, ¿ahora los patrones y nosotros estamos en el mismo barco? Cuando llega fin de mes descubrimos que ellos van en la cabina del capitán y nosotros en la bodega o nadando al costado. No somos amigos de ellos, no está todo bien con quienes nos explotan ni con quienes por la fuerza nos obligan a mantener la explotación. Por eso nos defendemos, por eso los atacamos.
El progresismo pretende una conciliación tan imposible como inmunda, la de los oprimidos con sus opresores, la de los dominados con sus dominadores. Si algo tienen en común derecha e izquierda es en que ambos quieren el Poder, ambos trabajan para tenerlo y ambos al ejercerlo asumen su lógica, sus discursos, sus formas, sus ganancias y quieren imponer nuestra sumisión…
Los que tenemos una noción amplia de libertad no podemos ni queremos a estos ni a ningún otro alcahuete robándonos y diciendo luego que ese robo es justo, encarcelándonos y diciendo luego que eso está bien, vigilándonos y diciendo luego como el Perro Vázquez que si no ocultamos nada no nos tenemos que preocupar. La fragmentación de las personas también cada vez más evidente genera hoy crisis afectivas y desesperación, consumismo y adicción. Un discurso repetido hasta el cansancio dice que si no compramos no existimos, si no tenemos más y más no valemos nada. Quienes imponen a fuerza de amenazas armadas o a través de una propaganda constante que debemos resignarnos no son amigos, son enemigos de la libertad, son enemigos de la auto-determinación, de la autogestión, de la vida, son enemigos nuestros.
El Refractario Nº 6 / Mayo del 2012.
Compañeros, si logramos complicarlo todo, complicarnos, complicar las cosas…
Si logramos que en este tiempo todo parezca desvanecerse, si conseguimos que el rumbo general de la vida cambie su curso. Si la tempestad trae agua al árido suelo en el que pisamos, si la flor de la libertad se impone por fin al asfalto.
Será que el verdadero y más puro cambio, el cambio individual, la torcedura a nuestra vida, que cada llama personal intensificada dio la mano a la llama de otro, será que nuestra furia se ha contagiado, que la rebelión se ha contagiado.
Será que la torre del Estado democrático fascista ya no vigila a nadie.
Si logramos complicarlo todo, si conseguimos ser tan libres como nuestros cuerpos recuerdan, como nuestros espíritus sueñan y nuestros deseos claman. Si la tempestad tira los cables eléctricos y las sombras le pertenecen de nuevo a la tierra. Si el amor triunfa y en vez de confundir seduce.
Será que hemos por fin despreciado este vivir, despreciado a los mercenarios que de azul, de verde o gris intentan domesticarnos. Será que el poder se ha convertido en un recuerdo.
Si logramos complicarlo todo, si logramos complicar nuestras vidas a tal extremo que el atrás este adelante, si entre libertad o cualquier cosa la decisión se hace clara, fuerte y huele a inevitable. Si sabemos por fin golpear, si aprendemos por fin a golpear donde les duele.
Y los patrones vuelven a temer a sus empleados, si cae por fin el orgullo de ser esclavos, habremos recién empezado…
El Refractario Nº 5 / Julio del 2011.
Queremos llamar la atención sobre esta lucha que se está llevando en torno a la minera Aratirí. Además aportar algunas opiniones para la reflexión sobre el cómo desarrollarla.
Para empezar creemos que es importantísimo desarrollar y potenciar nuestras capacidades de autonomía y autoorganización. Autonomía para poder seguir pensando, diciendo y sobre todo haciendo por nuestra cuenta sin caer en esquematismos o repetirnos en acciones sin profundidad o sentido. Autonomía para actuar, que es recuperar una vez más nuestras capacidades de decisión, capacidades que nos han sido arrebatadas.
En suma, tener la libertad y la responsabilidad para decir y hacer lo que consideramos es justo hacer. Con respecto a la autoorganización, pensamos que es muy importante que nuestros ámbitos se transformen en verdaderos círculos en donde se debata fraternalmente, se decida autónomamente y luego se haga decididamente aquello concensuado. Romper el inmovilismo que tanta cultura de delegación nos ha generado.
Para empezar, se hace necesario saber en dónde estamos parados, poner una pregunta clave sobre la mesa, una pregunta que parece obvia pero que no lo es tanto, ¿es posible detener a la megaminera? Esta pregunta abre dos aspectos distintos que son necesarios tener en cuenta. Uno es el de pensar con qué fuerzas cuenta la empresa, la de sus defensores (técnicos, leyes, políticos, etc), sobre todo tener bien en claro quiénes están apoyando el proyecto, y el otro es el de nuestras propias fuerzas.
Además de esto, el cómo seguir y desarrollar la lucha será una tarea importante a debatir y construir. Pensamos que ciertos puntos son esenciales en esto.
El Refractario Nº 4 / Mayo del 2011.
Caminás por el barrio tranquilamente como siempre y de repente te encuentrás rodeado de policías, te detienen con violencia e insultos apuntándote con una 9mm o con alguna otra arma, te ponen contra la pared golpeando tu cara contra la misma, un tipo que nunca viste en tu vida manosea tu cuerpo, te pregunta prepotentemente que estás haciendo ahí, a donde ibas, te pide tus documentos, los cuales no llevás encima, te suben en el patrullero y te lleván para hacer averiguaciones. Llegás a la comisaria y te meten en el calabozo con un montón de gurises igual que vos. Esta es la crudeza que conlleva ser un gurí de barrio.
La realidad es dura, los que tuvieron unos viejos laburantes que se rompieron el lomo para darle un techo, un plato de comida y algún juguete, tal vez tengan un desarrollo medianamente “bueno”, aunque vean lo absurdo de la vida en esa cotidianeidad del ir a laburar como sus viejos por un sueldo de mierda. Para repetir las historia de los que siempre la sufren “pa llegar a fin de mes”, esos si tienen un grado de capacidad de análisis crítico se cuestionarán esa existencia sacrificada que se repite por generaciones y generaciones. Los otros gurises, los que solo tuvieron palos, hambre, entre otras tantas cosas, simplemente conocerán una manera de ser agresiva, llena de violencia, rencor, resentimiento, pero razones sobran para que sean así, porque esta sociedad es quien los hizo ser lo que son, seres rotos. Estos gurises quizás se han criado juntos, tal vez uno contagie al otro en sus formas, serán los nuevos hombres que ocupen los calabozos de la cárcel o serán los hombres que piden o directamente los que metan a otros hombres en las cárceles.
La solución que dada desde el poder fue, es y será siempre la misma, más palos, más rejas, más jaulas, más control, todo esto para poder afianzar su necesidad de dominación. Los excluidos somos los que siempre recibimos la parte más cruda, los que ya estamos condenados de antemano.
El gobierno progresista del Frente Amplio y en particular el Ministerio del Interior, conducido por Eduardo Bonomi, están llevando adelante lo que se define como “Mega operativos policiales”, esto es, ir a los barrios estigmatizados como “Zonas rojas” y hacer como hace un rastrillo cuando se lo pasa por el campo, levantar todo lo que se ponga en su camino. La argumentación es que la delincuencia juvenil se está generalizando notablemente y esto debe ser detenido de alguna manera. Como siempre, la “mano dura”, la represión. El Ministro Bonomi justificó estos “Mega operativos” y dijo que apuntan a combatir los procesos de feudalización de la delincuencia organizada, que tiene vinculación con el narcotráfico, los cuales tratan de controlar zonas de Montevideo y también del litoral, buscando desde ahí operar. También comparó esta supuesta “feudalización de la delincuencia” con los orígenes de las favelas Brasileñas. La realidad es que el control del Gobierno se pretende imponer en todos los ámbitos de la vida. Algunos compararon estos “Mega-operativos” con las “Razzias” que se realizaban no hace muchos años donde te levantaban y te cagaban a palos y por las cuales muchos se llenaron la boca en ese asqueroso oportunismo politiquero, otros, realmente con sinceridad lucharon para que ya no existieran estos operativos represivos.
El Refractario Nº 3 / Mayo del 2011.
Una vez más el Frente Amplio con sus proyectos que demuestran que el “Uruguay Natural” del que tanto hablan es un cuento más para mantener a todo el mundo contento mientras algunos se van llenando los bolsillos de dinero a costas de la tierra.
Ahora, a las pasteras, al mega-basurero de Empalme Olmos, al monocultivo de soja transgénica (por mencionar algunos), se le suma el proyecto de la minería a cielo abierto.
La minería a cielo abierto es una de las actividades industriales más agresivas con la tierra. Ésta remueve la capa superficial de la tierra para hacer accesibles los yacimientos de mineral de baja calidad. Para sacar los minerales de estos yacimientos, se remueve gran cantidad de tierra con maquinaria y explosivos, creando inmensos cráteres que pueden llegar a ocupar más de 100 hectáreas y normalmente alcanzan de 200 metros a 800 metros de profundidad.
La zona utilizada por la minera abarcaría las inmediaciones de Pueblo Valentines, Cerro Chato y Paraje Las Palmas, por lo que la extracción de hierro comprendería canteras (unas 2.000 ha con 200 m de profundidad) en los departamentos de Treinta y Tres, Florida, Durazno y Cerro Largo. También abarca Lavalleja y Rocha: por allí pasará el mineroducto que llevará el hierro hacia un puerto que se construirá en Rocha, en La Angostura (próximo al balneario La Esmeralda).
El proyecto comenzó en el 2007, actualmente está en las etapas de prospección y exploración. A mediados de este año la empresa decidirá, en base a la calidad y cantidad de materiales, si efectivamente hará la explotación. Se afirma que se hará cargo del cierre de las minas que abra, dado que en aproximadamente 20 años extraería todo el material y se retiraría.
El Refractario Nº 2 / Mayo del 2011.
La frase que llama al acto de este año creemos es ya una puerta de entrada al espíritu que está instalado en muchos de nosotros. El llamado invoca a antiautoritarios, rebeldes, gente libre, en fin, a todos los que sienten la libertad en las venas, que entienden que la rebelión es necesaria y no solo posible. Es un llamado genérico pero no tanto, no vamos a enumerar a los que quedan fuera, es claro y es absolutamente entendible a quien no va dirigido. Abrimos los brazos a inundar Montevideo de otra forma de relacionamiento y de enfrentamiento a este sistema. Para salir del pozo en el que estamos, para enfrentar a ese enemigo externo, sentimos sinceramente que algo en nosotros debe romperse. Cerramos los puños a los alcahuetes de siempre y de última hora, los cínicos que intentan vendernos una y otra vez el derrotismo, los vendidos a todo patrón que se conforman con la esperanza de un nuevo televisor.
Tiene que estar bien clara en todos nosotros esa verdad popular de que “hay gente buena en todos lados” así como fuerte el muro que siempre hemos planteado con los autoritarios, los explotadores y los que son capaces de vender hasta a su madre por un nuevo negocio. Esa intransigencia es vital.
Queremos llamar a actuar, pensamos que todos saben que es necesario y siempre urgente pero también sabemos que a veces nuestros gritos encallan en el aire. Ayudará, creemos, enumerar los líos de última hora, las luchas que está llevando mucha gente defendiendo su posibilidad de laburo, su tipo de vida o sus casas. Los trabajadores callejeros, los ocupantes, los que ya no aguantan al patrón y pelean, todos los que no se resignan. Los primeros tienen un enemigo muy claro en la Intendencia que intenta golpearlos y controlarlos a toda costa, los segundos, dos enemigos casi siempre, sus patrones y los sindicatos que hacen el papel de pacificadores. Ayudan, dicen, a negociar, ayudan, decimos, al mantenimiento de esta paz de explotación. Mantener esto, este mundo del capital, es mantener un camino suicida, una vida condenada al servicio de los planes de unos imbéciles a los que no les importa la vida de los demás o del planeta. Para muestra basta un botón, de esos que cuidan al proyecto de la minera Aratirí.
El Refractario Nº 1 / Agosto del 2010.
Queremos recordar lo del Filtro, pero en estas páginas algo más que la masacre que hicieron los botones, los dos muertos, los heridos, la impotencia.
Queremos resaltar ahora la solidaridad que llevó a la gente hasta ahí, a hacerle el aguante a los vascos, a presionar, a forzar, a exigir y demás al gobierno de la época, a las fuerzas del Estado. Porque se quería decir claramente que el mismo asilo que habían tenido tantos que participaban en la guerra social, que peleaban contra la explotación del capital, asilo que muchos habían recibido partiendo de estas tierras no se le podía negar a aquellos vascos.
Queremos resaltar aquella muestra de solidaridad, aquel “estamos acá” oponiéndose a la justicia del Estado uruguayo para la cual era clarísimo, esos posibles “terroristas” se tenían que ir a las garras del Estado español.
Algunos la tendrían, otros no, me refiero a la conciencia de que el asilo ha salvado a muchísimos revolucionarios a lo largo de la historia, ha salvado a muchos que han luchado contra la desigualdad, los patrones, el Estado.
Uruguay, también tiene historia de esto, también acá hubieron grandes campañas para salvar compañeros cuando la milicada y los jueces de algún Estado pedían la piel de algún revolucionario. Se ha acogido a muchos, salvándolos de una muerte segura.
Queremos entonces recalcar la solidaridad, el valor de aquellos días, el ayudar a otro a veces despierta lo mejor de uno mismo. Aquella vez eran unos vascos, pero si hubiesen sido de otro pueblo la cosa hubiera tenido el mismo valor, hubiera sido lo mismo. Por otro lado, la izquierda que ahora está en el poder no sabe qué decir, no sabe cómo justificar que antes estuvo ahí y ahora acá. Porque defiende a los ricos, a los alcahuetes, porque colabora ahora con otros Estados para intentar aplastar a los luchadores sociales (acuerdos con el Mercosur, Otan, etc.). No sé si es necesario decirlo, pero está claro que los intereses que defiende el progresismo, son los mismos que la derecha, son aquellos de la perpetuación de la explotación, de la destrucción del medio ambiente para una tecnificación que les de mejores números a nivel mundial y con eso decir que la cosa está mejor.